Una madre de Makó ha conquistado la octava cumbre más alta del mundo
Alcanzar la cumbre fue un éxito, Éva Kerekes y Angelika Herczeg han conquistado el octavo pico más alto del mundo, como se indica en magiar del sur. En 2015, Éva, que trabaja como contadora en Makó, decidió que le gustaría hacer algo 'tonto' para su 43 cumpleaños. Así lo quiso celebrar en la cumbre del Mont Blanc.
Era la cuarta vez que Eva escalaba con Angelika.
“La primera cumbre que escalamos fue el Kala Pattar de 5550 metros de altura cuando estábamos en el Himalaya en 2016. Inmediatamente decidimos que volveríamos ese año para escalar el pico Mera. Pero antes que nosotros, el Monte Elbrus de 5642 metros de altura fue el siguiente. Fue aquí donde nos dimos cuenta de que podíamos movernos bien juntas en la montaña, lo cual es muy importante” – cuenta Éva.
El año pasado, en noviembre, las dos damas también conquistaron Himlung Himal con su pico de 7126 metros de altura, y ahora lograron escalar la octava cumbre más alta del mundo, Manaslu, que tiene 8 metros de altura.
Consiguieron llegar a la cumbre el 28 de septiembre, pero no fue una tarea fácil.
Aunque llegaron al campo II, las cuerdas aún no estaban instaladas, por lo que necesitaban regresar al campo base. Se quedaron allí durante una semana debido a las malas condiciones climáticas. Era el 24 de septiembre cuando pudieron partir de nuevo, y comenzaron el asalto a la cumbre. A partir de los 7600 metros usaban tanques de oxígeno, pero solo usaban medio tanque, mientras que otros montañeros usaban 5 o 6 de esos tanques de oxígeno. Las dos mujeres solo usaron los tanques para evitar la posibilidad de congelación.
Las dos montañeras llegaron a Hungría hace dos semanas.
Fuente: zoom.hu
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