El secretario de Estado para la ayuda a los cristianos perseguidos y responsable del programa Hungría Ayuda, Tristan Azbej, señaló el lunes que el gobierno húngaro ha contribuido con 60 millones de florines (145,000 euros) a la renovación del monasterio siro-ortodoxo de San Marcos.
Renovación del monasterio sirio-ortodoxo
“Este monasterio es el Monasterio de San Marcos, construido sobre la casa de San Marcos Evangelista, que fue el lugar de la Última Cena y la efusión del Espíritu Santo en Pentecostés”. Azbej dicho en Facebook.
Al apoyar la remodelación de este espacio comunitario, el gobierno húngaro expresó su compromiso con la comunidad de cristianos en Tierra Santa que se encuentra en una situación difícil y contribuyó a la supervivencia a largo plazo de comunidades cristianas fuertes en el lugar donde Jesús vivió su vida, dijo el Secretario de Estado.
En declaraciones a la emisora pública M1, Azbej dijo que apoyar a los cristianos y los santuarios cristianos en Tierra Santa era “una misión nacional inherente a los mil años de existencia de Hungría como Estado”. Azbej mencionó las conversaciones con el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado de la Santa Sede, y Pierbattista Pizzaballa, patriarca latino de Jerusalén, quienes dijeron que estaban de acuerdo en que los conflictos en Oriente Medio habían provocado la disminución de los ingresos procedentes del turismo religioso, la única fuente de ingresos de las comunidades cristianas de la zona. Eso, a su vez, estaba provocando que más cristianos abandonaran su patria, añadió.
En las conversaciones, Parolin elogió los esfuerzos de Hungría por ayudar a los cristianos perseguidos en todo el mundo y alentó al gobierno húngaro a continuar con sus esfuerzos. En relación con la segunda oficina regional del programa Hungría Ayuda, que se ha abierto recientemente en Jordania, Azbej dijo que la oficina estaba a cargo de los capítulos del programa en Oriente Medio, centrándose en lugares religiosos y programas humanitarios.
En declaraciones a la radio pública, Azbej criticó a los países occidentales por “descuidar a los cristianos en Oriente Medio y en Tierra Santa”, y calificó esa actitud de “gran tragedia”. “Hungría ha sido el único país que ha enviado ayuda material a esos dos lugares bíblicos”, afirmó.
Azbej también lamentó que “el número de cristianos en los lugares donde vivió Jesús está disminuyendo drásticamente… mientras que los países ricos con raíces cristianas muestran un desinterés total”. “Una vez que los cristianos desaparezcan de la cuna del cristianismo, podría significar el fin de la civilización cristiana… Es de interés fundamental para Europa que la gente de Oriente Medio se quede en su tierra natal en lugar de que masas de inmigrantes partan hacia Europa”, añadió.
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