¿Hoja de ruta hacia una economía húngara a prueba de crisis? – Estos son los 6 pasos clave

Un analista sénior de Raiffeisen reveló al G7 una hoja de ruta de seis puntos para que la economía húngara sea resistente a las crisis. Los pasos clave incluyen la adopción del euro, la aplicación de la disciplina fiscal, la reforma del sistema tributario, la estabilización de la política de ingresos, la diversificación industrial y la reducción de la dependencia energética mediante la energía nuclear y las renovables.

Decirle adiós al florín

As G7 El florín húngaro ha sido durante mucho tiempo un punto débil en la economía húngara, en gran parte porque su imprevisibilidad lo convierte en un blanco predilecto para los especuladores. Los grandes actores de los mercados financieros pueden aprovechar fácilmente su naturaleza relativamente líquida y poco regulada, a menudo modificando el tipo de cambio en la dirección que les convenga. Este riesgo constante ha mantenido la idea de adoptar el euro firmemente sobre la mesa. Si bien es importante considerar las posibles desventajas de abandonar el florín, la adopción del euro eliminaría una importante fuente de inestabilidad económica. No sorprende, por tanto, que la mayoría de los húngaros sigan apoyando la transición al euro, considerándola una forma de proteger la economía de futuras crisis.

Los déficits presupuestarios se mantienen bajos

Hungría ya se ha fijado objetivos de adopción del euro, pero la falta de una política fiscal coherente lo ha hecho difícil de creer. Para que la economía húngara avance, es crucial mantener bajos déficits presupuestarios, pero esto a menudo entra en conflicto con intereses políticos a corto plazo. Una disciplina fiscal significativa solo se ha logrado bajo presión externa, y sin un compromiso interno, las finanzas públicas siguen siendo un riesgo clave. Una política macroeconómica estable y una reducción creíble del déficit podrían reducir los costes de financiación de la deuda, aliviando la carga sobre la economía húngara a largo plazo.

Un sistema tributario más justo

Para que la economía húngara sea más resiliente, el país necesita un sistema tributario más justo y equilibrado, según el analista del G7. Actualmente, la estructura tributaria depende excesivamente del consumo, lo que implica una caída drástica de los ingresos cuando el gasto se desacelera, como se observará en 2023. Una transición hacia una mayor tributación sobre la renta y el patrimonio ayudaría a estabilizar las finanzas públicas durante las recesiones económicas. Un enfoque más progresivo distribuiría la carga fiscal de forma más equitativa, garantizando que el presupuesto sea menos vulnerable a los ciclos económicos.

Ingresos y estabilidad

Para fortalecer la economía húngara, la política de ingresos requiere mayor estabilidad y previsibilidad. Los cambios importantes e irregulares en los salarios del sector público, las pensiones y, en especial, el salario mínimo, generan perturbaciones económicas que aumentan la vulnerabilidad. Los aumentos salariales repentinos, a menudo tras períodos de estancamiento, perturban las negociaciones salariales más amplias y afectan a una amplia gama de trabajadores. Un acuerdo salarial más estable, a largo plazo y basado en normas, que involucre a un conjunto más amplio de actores, reduciría estos riesgos y propiciaría un entorno macroeconómico más saludable para la economía húngara.

Política industrial equilibrada

La economía húngara se está volviendo excesivamente dependiente de la fabricación de baterías y automóviles, que ya representa más del 30% del sector manufacturero y podría alcanzar el 50% en los próximos años. Este nivel de concentración es arriesgado, como lo demostró la caída de la demanda de baterías el año pasado. Se necesita una política industrial más equilibrada, que distribuya el apoyo a la inversión de forma más equitativa entre sectores, regiones y tamaños de empresas. Diversificar la actividad económica es esencial para reducir la vulnerabilidad y garantizar la estabilidad a largo plazo de la economía húngara.

Cómo evitar una crisis energética

La reciente crisis energética puso de manifiesto la gran dependencia de la economía húngara de la energía importada, lo que la deja vulnerable a las fluctuaciones de los precios mundiales y a las tensiones geopolíticas. Reducir esta dependencia es crucial para la estabilidad a largo plazo. La expansión de la energía nuclear, más allá de proyectos a gran escala como Paks 2, y la inversión en energías renovables como la eólica y la solar pueden contribuir. Es alentador que la política energética actual avance en esta dirección.

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