Turistas extranjeros estafados en un bar de Budapest: 630 euros por una cerveza

En un reciente y escandaloso incidente que puso de manifiesto los riesgos que enfrentan los turistas en Budapest, un bar de la calle Rákóczi cobró a un visitante extranjero 250,000 HUF (aproximadamente 630 EUR) por una sola cerveza. El turista no había pedido la bebida; se presentó como un gesto de cortesía, para luego aparecer en la cuenta a un precio exorbitante.

¿630 euros por una bebida?

Este bar formaba parte de una red criminal que llevaba años explotando a los turistas. Sus tácticas incluían inflar los precios de las bebidas y usar la coerción para obtener pagos. En algunos casos, los clientes que se resistían eran amenazados con lesiones físicas. Promociones escribe. HechosUna víctima escapó por poco tras prometerle a un agresor que iría a su hotel a buscar dinero. Aunque el agresor lo acompañó al hotel, la víctima logró huir al llegar.

Las autoridades húngaras han intervenido desde entonces y han arrestado a tres hombres y una mujer relacionados con estas estafas. Los sospechosos están siendo procesados, pero han negado cualquier irregularidad.

No somos solitarios

Este tipo de estafas no es inédita en Budapest. Históricamente, ciertos establecimientos, sobre todo en la calle Váci, han sido conocidos por atraer a turistas masculinos que viajan solos. Mujeres atractivas los contactaban, los invitaban a bares específicos y pedían bebidas caras. A los turistas desprevenidos se les presentaban facturas infladas y se les obligaba a pagar.

Para protegerse de estas actividades fraudulentas, se recomienda a los turistas mantenerse alerta, verificar los precios antes de reservar y tener cuidado con las invitaciones no solicitadas de desconocidos. Reportar incidentes sospechosos a las autoridades locales es crucial para frenar estas prácticas engañosas y garantizar un entorno más seguro para todos los visitantes.

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3 Comentarios

  1. Si los negocios no quieren perder clientes, deberían dejar de engañarlos. Los húngaros no quieren tener fama de ladrones. Hungría debería promulgar leyes que dupliquen las sanciones por engañar a los turistas. El turismo es una industria próspera; no debe arruinarse.

  2. Estoy de acuerdo con el comentario de María, pero, igualmente, los hombres que piensan con el pene en lugar de con el cerebro se lo merecen.

    Si una mujer, aunque no sea especialmente atractiva, se te acerca de repente en la calle y te lleva a un establecimiento en particular, va tras tu cartera. ¡No te la vas a dar, seguro! Te van a estafar, ¡pero no como crees! ¿Me entiendes?

    ¡Rayos! Si alguien se acerca a ti de repente y empieza a hablar contigo, es porque quiere algo, y ese algo casi siempre es dinero. Hoy en día, con todo el mundo usando un teléfono con mapa, ni siquiera un turista de verdad te pedirá indicaciones.

  3. Sólo voy a McDonald's, KFC, Burger King... así que sé que no me engañarán... nunca voy a ningún restaurante húngaro.

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