Solución húngara para la calefacción: si no hay gas, hay diésel
La práctica de calentar con diesel puede parecer ridícula para muchos con los precios actuales del combustible. Sin embargo, Hungría ha limitado el precio del combustible a HUF 480 (EUR 1.14). El precio barato del combustible revive la vieja práctica de calefacción de petróleo en el país. Para muchos, esta es una alternativa al uso de gas natural donde la calefacción eléctrica no es posible o la quema de leña es inconveniente.
El aumento de los precios del gas natural ha despertado el ingenio de la gente. Para aquellas familias que exceden el volumen descontado de gas natural, existen algunas alternativas a la calefacción. Podían utilizar leña o calefacción eléctrica. La leña es un inconveniente para muchos porque requiere más atención y preparación. La calefacción eléctrica sería una opción, pero hay dos problemas: los precios de la electricidad también son altos y la infraestructura eléctrica obsoleta de las casas antiguas impide su uso.
Hasta los años 90 las estufas de gasoil eran muy populares, pero hoy en día no se puede comprar parafina para hacerlas funcionar. Sin embargo, muchos hogares todavía los tienen y ahora los están devolviendo a la vida. En los años 90, había una práctica llamada blanqueo de aceite, donde la gente compraba aceite doméstico barato para usarlo como combustible para sus automóviles. Ahora bien, esta es la misma situación pero al revés, según G7.hu. Esto fue un gran problema en ese entonces porque las estimaciones de los años 80 decían que alrededor de 2 millones de estufas de aceite estaban en uso. Sin embargo, esta práctica siguió prevaleciendo casi hasta el cambio de milenio.
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Blanqueamiento inverso al aceite
Es obvio que cuando el mismo producto tiene dos precios muy diferentes la gente abusará de la situación. El término blanqueador proviene de la época en que las autoridades tiñeron de rojo el aceite doméstico para hacer evidente la diferencia entre el combustible normal y el combustible doméstico. Sin embargo, esta coloración podría deshacerse fácilmente para que el aceite doméstico recuperara su color amarillento original.
Hoy, la situación es diferente porque ya no se puede comprar aceite doméstico. Sin embargo, los precios del gas natural han subido y ahora es más barato usar diésel como combustible doméstico. Esta práctica no estará muy extendida, pero es muy eficiente para quienes aún poseen una vieja estufa de aceite. Como un litro de diésel tiene casi el mismo poder calorífico que un metro cúbico de gas natural, podemos calcular fácilmente cuál es mejor. Actualmente, un litro de diésel cuesta 480 HUF (1.14 EUR) mientras que un metro cúbico de gas natural cuesta 747 HUF (1.77 EUR).
a pesar del límite de la cantidad de combustible que una persona puede comprar cada día, esta práctica podría valer la pena para algunos. La pregunta es más bien ¿cuántas personas todavía tienen estas estufas? Además, también podría ser un poco problemático recoger el diésel del tanque del automóvil. Esta vez, probablemente no veremos la escala de trampas que presenciamos en los años 80 y 90.
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Fuente: G7.hu
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