La actriz húngara que fue adorada tanto por Hitler como por Stalin

La vida de la actriz húngara Franciska Gaál es una historia impactante de fama, desgracia y tragedia. Desde su ascenso al estrellato internacional, admirada tanto por Stalin como por Hitler, hasta una vida marcada por las dificultades y la oscuridad después de la Segunda Guerra Mundial. Una vez adorada, terminó sus días en la pobreza y la soledad, un cruel recordatorio de la fragilidad del éxito.
Vida temprana
As Divany La actriz húngara Franciska Gaál tuvo una infancia llena de color, ya que creció entre siete hermanas y vestía ropa usada de sus hermanos mayores. Soñaba con tener ropa hecha a medida, un deseo que más tarde vería cumplido. La escuela no era su fuerte, admitió que reprobó la mayoría de las materias, excepto literatura, gracias a que estaba enamorada de su profesora húngara.
La personalidad vibrante de Franciska y su potente voz la hicieron destacar desde el principio. Cuando era estudiante de interpretación con Gyula Gál en el Teatro Nacional, sus impuntualidades crónicas y sus excusas creativas a menudo ponían a prueba la paciencia de su maestro. En represalia, él la llamaba en broma por diferentes nombres en clase. Siempre ingeniosa, Franciska le dijo con picardía que había cambiado oficialmente su nombre de Silberspitz a "Gál", que más tarde se convertiría en su nombre artístico cuando adoptó la forma Gaál en 1927.

Adorado por Stalin y Hitler
Después de un matrimonio breve y algo ingenuo, el Húngaro La actriz se divorció en 1933 y pronto se casó con un funcionario bancario. Su carrera la llevó al extranjero, con audiciones en Viena y Berlín, donde le ofrecieron un contrato. A pesar del pánico inicial por sus barreras lingüísticas y sus temores al fracaso, Gaál pronto impresionó en Berlín, donde el director estadounidense nacido en Hungría, Joe Pasternak, la eligió para el papel de PaprikaEsto marcó el comienzo de una carrera exitosa en películas en idioma alemán, muchas de las cuales obtuvieron reconocimiento internacional. Sus películas incluso llegaron a la Unión Soviética. Por lo tanto, se creó una situación extraña: tanto Stalin como Hitler admiraban su trabajo. Supuestamente, Hitler dijo:
Debe ser algún tipo de error genético, porque una actriz tan talentosa no puede ser judía.
Su película Peter En 1935, ganó el premio a la mejor comedia del año en el Festival de Cine Ruso y Stalin le ofreció personalmente seguridad financiera y una casa en Moscú. Sin embargo, Gaál rechazó la oferta y optó por perseguir sus sueños en Hollywood. Su carrera parecía despegar. Tuvo la oportunidad de trabajar con grandes nombres como Bing Crosby.

Una serie de acontecimientos trágicos
La vida de la bella actriz húngara dio un giro trágico tras su regreso a Hungría en 1941, cuando ella y su marido se enfrentaron a los efectos devastadores de las leyes antisemitas que le prohibían actuar. Obligada a esconderse, pasó la guerra en una habitación secreta en la casa de verano de su marido. Lago BalatonEn 1947, ella y su marido se mudaron a Estados Unidos en busca de un nuevo comienzo, pero su carrera actoral se había desvanecido, dejándola aislada y olvidada.
Enfrentada a la enfermedad y la pobreza, vivió sus últimos años en soledad, incapaz de recuperar su antigua fama. Aunque solicitó ingreso en una residencia de ancianos en Hungría, su salud en declive le impidió regresar. Franciska Gaál murió en 1973 en Nueva York, una actriz otrora célebre que ahora era desconocida y estaba en la indigencia, un final trágico para la vida de una actriz húngara que en su día había sido adorada por millones de personas.
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