Impresionante: arquitectos húngaros rediseñan el centro histórico de una ciudad siciliana

Los arquitectos húngaros han recibido un gran reconocimiento: una ciudad histórica alejada de Hungría ha sido rediseñada. Bálint Kádár, profesor de la Universidad de Tecnología, comparte con Impress Magazin su experiencia en la renovación del centro histórico barroco de Mazzarino, que tiene siglos de antigüedad.
La ciudad italiana de Mazzarino ha elegido a un estudio de diseño húngaro para rediseñar su centro histórico. Bálint Kádár, director de Arquitectura y Urbanismo de DANU Engineering y vicedecano de la Facultad de Arquitectura de BME, explica cómo los arquitectos húngaros consiguieron ganar un concurso de diseño en Sicilia.
“En primer lugar, en Hungría desde hace años se celebran muy pocos concursos de diseño importantes financiados con dinero público (a lo sumo dos o tres al año), por lo que tenemos que buscar en el extranjero”, explicó Kádár.
Ganar estos concursos no es nada fácil, incluso más que obtener reconocimiento. No es casualidad que relativamente pocas empresas húngaras aprovechen estas oportunidades en el extranjero, ya que el éxito requiere fuertes contactos, además de experiencia. En este caso, fue crucial que Bálint Kádár tuviera un profundo conocimiento de Italia: habla el idioma, estudió arquitectura en Milán con una beca Erasmus y mantiene proyectos activos con su departamento en la Universidad La Sapienza de Roma, según Impresionar a la revista.
Mazzarino: un pueblo hermoso e histórico
Sin embargo, para los arquitectos húngaros el hecho de haber sido seleccionados es todo un logro, ya que los concursantes son personas con una gran cultura local. Kádár también señaló que este reconocimiento es un homenaje al Departamento de Estudios Urbanos de ÉPK, cuyo conocimiento acumulado es competitivo a nivel mundial. En respuesta a nuestras preguntas, mencionó que los vínculos de los arquitectos húngaros con el mundo académico, tanto nacional como internacional, son cruciales: "El nombre de BME tiene peso". La participación de estudiantes italianos de Erasmus que estudian en Hungría también fue una ventaja significativa, sin la cual, como añadió, "esto no habría sucedido".

Por supuesto, una pequeña ciudad italiana de 11,000 habitantes no podría permitirse lanzar un concurso internacional de diseño por sí sola; sin embargo, los municipios reciben apoyo estatal. Mazzarino, sin embargo, es “un lugar sorprendentemente vibrante, con una ciudadanía consciente de sí misma, una intelectualidad local y un fuerte interés en preservar su carácter histórico”.
Los arquitectos húngaros de DANU se inspiraron en la historia de la ciudad, creyendo que contiene valiosas lecciones: la época dorada de la ciudad fue cuando la gente se desplazaba principalmente a pie. Su tarea fue repensar el eje barroco de la ciudad, flanqueado por siete iglesias, con un concepto destinado a crear un espacio más habitable y utilizable eliminando los coches de algunas partes de la zona.
Los arquitectos húngaros querían preservar el patrimonio
Si bien muestran respeto por el patrimonio construido, no han dudado en incorporar elementos modernos, como parapetos, nuevo mobiliario urbano, un muro verde y un sistema integral de recogida de agua de lluvia.
Curiosamente, todo este trabajo se realizó casi en su totalidad de forma remota, sin tener que visitar el lugar en persona. “Hace treinta años, esto habría sido inimaginable; incluso hace diez años, habría sido un desafío, pero ahora, con herramientas como Google Street View, es bastante factible”, comentó Kádár.
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