Sensacional: ¡Un astrofotógrafo húngaro capta un cometa cayendo a pedazos!

El astrofotógrafo húngaro Lionel Majzik ha sido noticia en la comunidad científica con su descubrimiento revolucionario: el cometa C/2024 G3 (ATLAS), considerado uno de los cometas más brillantes del año, se está desintegrando. Las observaciones de Majzik, realizadas con un telescopio teledirigido en Chile, fueron las primeras en confirmar este fenómeno celestial, atrayendo la atención de importantes medios científicos como Live Science, Space.com e IFL Science.
Descubierta en abril de 2024, se esperaba inicialmente que la roca espacial ofreciera un espectáculo espectacular. Alcanzó su perihelio, o aproximación más cercana al Sol, el 13 de enero, acercándose a 0.09 unidades astronómicas (unos 13.5 millones de kilómetros). Sin embargo, el intenso calor y la radiación parecen haber causado estrés térmico, lo que provocó grietas en su núcleo y su posterior fragmentación. Informes de LiveScience.

Primeros signos de desintegración
Las fotografías de Majzik tomadas entre el 18 y el 20 de enero revelaron cambios dramáticos. Mientras que la cola de ATLAS se hizo más brillante y expansiva, su coma, la envoltura brillante alrededor del núcleo, se atenuó significativamente. Para el 19 de enero, el núcleo, que alguna vez fue visible, se había transformado en un rayo de luz en la cola, lo que indicaba su probable desintegración. “Al principio, sospeché que se trataba de un error de imagen”, compartió Majzik, “pero después de un análisis exhaustivo de los datos sin procesar, quedó claro que el núcleo de C/2024 G3 (ATLAS) se había desintegrado”. Sus hallazgos fueron confirmados más tarde por el astrónomo Krisztián Sárneczky y respaldados por observaciones internacionales adicionales.
¿Posible desintegración de C/2024 G3 (ATLAS)?
- Lionel Majzik (@lionelm_astro) Enero 20, 2025
Siguiendo mi informe anterior, ¡mis últimas imágenes confirman aún más cambios significativos en el coma!#cometa #c2024g3 #atlas #c2024g3atlas #desintegración imagen.twitter.com/iOqyAGI6R0
¿Qué ocurre después?
Estos objetos espaciales, a los que se suele llamar “bolas de nieve sucias”, están compuestos de hielo, polvo y roca. Cuando se acercan al Sol, el intenso calor sublima el hielo, creando la coma y la cola que los hacen tan llamativos visualmente. Sin embargo, la misma radiación solar también puede desestabilizar el núcleo, provocando grietas y liberando gas y polvo en un proceso llamado desgasificación. Este tipo de desintegraciones no son infrecuentes. Por ejemplo, se han observado fenómenos similares con otros cometas brillantes, incluidos el cometa Halloween (C/2024 S1) y el cometa C/2023 A3. Mientras que algunos cometas sobreviven a sus encuentros cercanos con el Sol, otros sucumben al inmenso estrés térmico, dispersando sus fragmentos a lo largo de sus trayectorias orbitales.
Una oportunidad científica
A pesar de su fragmentación, C/2024 G3 (ATLAS) sigue ofreciendo valiosas oportunidades de investigación. La nube de escombros que ahora se puede ver en su lugar ofrece a los científicos la oportunidad de estudiar la estructura interna del cometa. Según Majzik, estas observaciones pueden proporcionar información sobre la composición y el comportamiento de los núcleos cometarios, de forma muy similar a lo que ocurrió con la desintegración del cometa C/2011 W3 (Lovejoy) en 2011. Aunque el deslumbrante espectáculo del cometa ha llegado a su fin, su historia pone de relieve la naturaleza impredecible de estos vagabundos celestiales. Por ahora, C/2024 G3 (ATLAS) emprende su largo viaje de regreso a la Nube de Oort, dejando tras de sí un rastro de datos y maravillas para que los astrónomos los analicen.
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