Educación digital húngara: ¿habrá una catástrofe cuando las escuelas reinicien en septiembre?
Según una nueva encuesta durante la cual se preguntó a maestros, padres y líderes de la comunidad romaní, hay muchos lugares en Hungría donde los maestros perdieron el contacto con las familias. Por lo tanto, nadie puede decir si los estudiantes de esas familias alguna vez podrán alcanzar a los demás.
Según la 24, hay algunos lugares donde las familias recibieron ayuda en forma de tabletas o suscripción a Internet, y las familias locales formaron grupos para ayudar a sus hijos. Sin embargo, Erzsébet Nagy, colaboradora de Partners Hungría, agregó que donde no hay conexión a Internet, los estudiantes no participan en la educación digital, y por eso hay muchos lugares donde
el número de estudiantes que esperaban para volver a presentarse a los exámenes aumentó significativamente.
Según una encuesta que realizaron con Motiváció Műhely y la Fundación Rosa Parks, incluso motivar a los niños que actualmente se quedan en casa es un gran desafío. Agregaron que donde no existen las llamadas salas de estudio (“tanoda”), los niños no pueden participar en absoluto en la educación digital. E incluso en lugares que tienen una sala de estudio, solo 2/3 de los estudiantes se unieron a la educación digital.
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Las familias no solo carecen de los dispositivos necesarios para sus estudios en línea sino también, por ejemplo, de un lugar tranquilo en su casa donde los estudiantes puedan concentrarse en su trabajo. Además, muchos niños no entienden las tareas, mientras que el 25% de los encuestados dijo que los niños carecen de competencias digitales básicas.
Por el contrario, también hay experiencias positivas. Por ejemplo, muchos dijeron que se fortaleció el vínculo entre las familias y las llamadas salas de estudio, y los padres saben que pueden ayudar a sus hijos a cumplir con sus tareas escolares. Quienes participan en el trabajo de las salas de estudio piensan que
el estado debería haber proporcionado los dispositivos y la conexión a Internet para cada familia.
El gobierno debería haber reconocido que hay familias en las que la educación digital no tiene ninguna posibilidad, y debería haberlas ayudado porque los padres de esas familias no pueden (o no quieren) ayudar o motivar a sus hijos.
Las escuelas sancionaron con malas notas y ausencias a quienes no participaron en la educación digital en los últimos meses. Pero eso no es una solución; los que participaron en la encuesta piensan que las escuelas deberían abrir en agosto para los estudiantes que no pudieron aprender en casa durante la epidemia y ayudarlos a prepararse para sus exámenes. Otros instan a iniciar un programa de integración porque los problemas son mucho más profundos y la educación digital es solo uno de los síntomas. Finalmente, una cuarta parte de las familias dijo que
recibía muchas tareas impresas en papel de las escuelas porque no tenían ningún dispositivo digital.
Erzsébet Nagy dijo que ni siquiera las escuelas tienen idea de cómo reintegrarán a aquellos estudiantes que no aprendieron nada en los últimos meses. Para empeorar las cosas, los resultados de eso podrían ser catastróficos para la vida de estos niños. Por eso, muchos padres piensan que a partir de septiembre, las escuelas deberían concentrarse en ayudar a estos niños a ponerse al día.
Erzsébet Nagy agregó que aunque las escuelas podrían reabrir a partir de fines de mayo en Hungría, permanecieron cerradas en las partes más pobres del país donde más se necesitan.
Fuente: 24.hu
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