Escándalo de espionaje húngaro en Ucrania: ¿la inteligencia húngara recopiló datos militares para Moscú?

El 9 Mayo, El Servicio de Seguridad Interna de Ucrania (SZBU) publicó un video que muestra la detención de dos agentes de la inteligencia militar húngara en Transcarpatia (Kárpátalja), Ucrania. La grabación no solo documenta las actividades de ambos hombres, sino que también podría tener consecuencias extremadamente graves desde una perspectiva diplomática y de seguridad nacional. La tensión entre los gobiernos húngaro y ucraniano ha alcanzado un nuevo nivel, y el escándalo también podría afectar negativamente a la comunidad húngara en Transcarpatia. El escándalo de espionaje húngaro, según la información disponible hasta el momento:
Escándalo de espionaje húngaro en Ucrania
El momento por sí solo lo dice todo. Aunque el arresto tuvo lugar antes, el SZBU no publicó el vídeo hasta el 9 de mayo, Día de la Victoria en la Segunda Guerra Mundial, que Rusia celebra cada año con un grandioso desfile militar. Dada la simbólica fecha elegida, es razonable suponer que la acción pretendía enviar un mensaje político a Hungría y Rusia. La decisión La decisión de hacer público el vídeo probablemente no fue una decisión improvisada: es concebible que los aliados de la OTAN, incluido Estados Unidos, fueran informados con antelación, dada la gravedad prevista del escándalo.
Uno de los sospechosos era un exsoldado ucraniano de 40 años del distrito de Berehove (Beregszász), donde habita una importante minoría húngara (aproximadamente 100,000 personas). Fue reclutado en 2021 y activado para funciones de inteligencia en septiembre de 2024. El otro agente también era un exsoldado que dejó el servicio en 2025.
Según la información del vídeo, los agentes locales de inteligencia húngara tenían la tarea de recopilar datos militares y sociales: entre sus objetivos se encontraban los movimientos de las unidades ucranianas en Transcarpatia, el sentimiento local y las reacciones de la población ante la posible llegada de fuerzas de paz húngaras o de la OTAN.
Sin embargo, lo más sorprendente y preocupante es que intentaron obtener información específica sobre la defensa aérea ucraniana, en particular, el tipo exacto y la ubicación de los sistemas de misiles S-300. Por lo tanto, el escándalo de espionaje trasciende los conflictos minoritarios típicos de la región: el servicio de inteligencia militar de un estado miembro de la OTAN recopiló datos sensibles sobre el sistema de defensa de un estado aliado en guerra, información mucho más valiosa para Rusia que para Hungría.
La pregunta principal es por qué Budapest necesitaría información detallada sobre la defensa aérea de Transcarpatia. La Fuerza Aérea Húngara claramente no tiene planes de atacar Ucrania. El ejército ruso, por otro lado, ya ha intentado varios ataques con drones y misiles contra Lviv a través del espacio aéreo sur de Transcarpatia. Debido a las características específicas de la región (terreno montañoso y detección electrónica limitada), esta información podría ser de importancia estratégica para Moscú.
La respuesta de Hungría exacerbó aún más la disputa.
Tras el estallido del escándalo, Hungría no se quedó de brazos cruzados. El Centro Antiterrorista (TEK) capturó a un ciudadano ucraniano en Budapest en una operación espectacular. Puedes ver el vídeo aquí: El gobierno húngaro comparte un video del dramático arresto de un ucraniano en medio de una controversia de espionaje.El resultado habría sido parejo si se hubiera arrestado a una persona más. Aun así, el ministro de Asuntos Exteriores, Péter Szijjártó, no calmó la situación, sino que la agravó al ordenar a dos agentes de inteligencia ucranianos que trabajaban con cobertura diplomática que abandonaran el país en 48 horas.
Esta medida supuso una escalada en varios aspectos: por un lado, reconoció la gravedad de las acusaciones ucranianas y, por otro, impidió que las partes resolvieran el asunto discretamente por la vía diplomática. El carácter público de la expulsión y el breve plazo también sugirieron que la parte ucraniana se vería obligada a tomar medidas similares, que fue precisamente lo que ocurrió.
El conflicto diplomático también afectó a las cuestiones de las minorías. Aunque Ucrania indicó su deseo de continuar las negociaciones sobre la resolución de los derechos de la minoría húngara a pesar del escándalo de espionaje, Hungría canceló a última hora la reunión en Úzhgorod (Ungvár), prevista para el 12 de mayo. La decisión fue particularmente descortés: la viceprimera ministra ucraniana, Olha Stefanishina, ya había llegado a la ciudad para las conversaciones cuando se le informó de la retirada de la parte húngara.
Todo esto indica que Budapest está vinculando deliberadamente el escándalo de espionaje con el diálogo sobre los derechos de las minorías, a pesar de que esto perjudica los intereses de la comunidad húngara en Transcarpatia. Artículo relacionado: Hungría pospone en el último minuto las conversaciones sobre los derechos de las minorías con Ucrania
Comunicación política interna por parte del gobierno
El gobierno húngaro comenzó entonces a desviar el enfoque de la política interna: en los medios de comunicación y en sus declaraciones, se hace cada vez más hincapié en si el Partido TISZA, Péter Magyar o Romulus Ruszin-Szendi podrían haber tenido vínculos con la parte ucraniana. En lugar de buscar respuestas a la verdadera pregunta —¿en beneficio de quién trabajaba la inteligencia húngara?—, la atención se ha desplazado hacia la distracción política interna, y, por supuesto, el objetivo es desacreditar al mayor oponente político, Péter Magyar, quien apareció en escena hace un año y ahora es culpado de todo, incluyendo los procedimientos de Bruselas y la congelación de fondos de la UE hace varios años. Detalles aquí: El Fidesz acusa al partido rival Tisza de estar involucrado con los servicios secretos ucranianos.
¿Ha perdido Orbán la confianza de los húngaros étnicos en el extranjero?
El gobierno y el Fidesz están en ruinas en términos de política nacional, ya que Orbán y su gobierno han tenido vínculos estrechos con el presidente nacionalista serbio Aleksandar Vučić y el primer ministro eslovaco antihúngaro Robert Fico durante algún tiempo, lo que es inexplicable para los húngaros que viven allí.
Además, Orbán expresó su apoyo al candidato presidencial nacionalista rumano George Simion durante las elecciones presidenciales rumanas, lo que supuso una bofetada para los húngaros de Transilvania. Al mismo tiempo, estalló el escándalo de espionaje en Ucrania, que podría tener consecuencias embarazosas y graves para los húngaros de Transcarpatia.
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Un grave problema para la OTAN
Sin embargo, el escándalo de espionaje plantea serias dudas no solo en relación con Ucrania y los húngaros en Transcarpatia. También podría tener graves consecuencias dentro de la OTAN si se demuestra que los servicios de inteligencia de un Estado miembro sirvieron a los intereses rusos. Esto no solo debilita la posición de Hungría como aliado, sino que, a largo plazo, también podría socavar la credibilidad del país en materia de seguridad nacional, por no mencionar el hecho de que la inteligencia estadounidense, que colabora estrechamente con Ucrania, también aprobó la exposición de los agentes húngaros.
¿Qué impacto tendrá esto en las relaciones de Washington y Trump con el gobierno de Orbán, que hasta ahora han sido amistosas? Es más, aún no hemos recibido respuesta a la pregunta original: ¿por qué la inteligencia húngara recopilaba datos militares en Ucrania?
Una cosa es segura: el gabinete de Orbán no ha dado una explicación clara, comprensible ni lógica del escándalo de espionaje ucraniano, sino que ha lanzado ataques en todas direcciones, lo cual no será suficiente en este momento. Esto tendrá graves consecuencias para la política nacional, la pertenencia a la OTAN y las relaciones con Ucrania. Estamos muy interesados en descubrir cuáles son los verdaderos objetivos de inteligencia de Hungría y, por supuesto, informaremos sobre cualquier novedad en el caso.