Los luchadores húngaros están a punto de demostrar su valía en Las Vegas
El Campeonato Mundial de Lucha Libre ha comenzado. Varias modificaciones han ocurrido en el mundo de la lucha libre desde 2013 (cuando ni siquiera estaba seguro si el deporte tenía futuro); se volvió más divertido, más espectacular y más comprensible. El número de luchadoras también ha aumentado.
La WWC de este año se celebra en Las Vegas, donde los competidores tienen la oportunidad de conseguir plazas para los Juegos Olímpicos de 2016 que se celebrarán en Río de Janeiro. Los expertos húngaros esperan los mejores resultados en el estilo grecorromano, pero también esperan conseguir algunas victorias en el estilo libre, dado el título mundial de Marianna Sastin.
El lunes por la tarde se disputaron los primeros partidos de Hungría, donde compitieron Tamás Lőrincz (plata olímpica), Péter Bácsi y Balázs Kiss (ambos campeones del mundo). Todo el mundo tiene grandes expectativas puestas en Lőrincz, que no sólo ganó una medalla de plata olímpica en 2012, sino que también estuvo entre los tres primeros en el Campeonato Mundial.
Lőrincz tiene que perder entre 6 y 8 kg para poder competir. La dieta no lo ha agotado realmente y dice que incluso sin un buen empate seguirá luchando por las medallas. La mayoría de los luchadores dicen que ni siquiera necesitan un buen empate y que el promedio es suficiente, el competidor hará el resto.
Balázs Kiss también es campeón del mundo, pero aún no ha tenido la oportunidad de demostrar su valía en los Juegos Olímpicos. Cuando se le preguntó qué quería tener en Estados Unidos, dijo: "Un gran sueño y un gran partido".
Marianna Sastin, que ya tiene un título mundial, competirá en la categoría de 58 kg. Icsu Kaori, una luchadora japonesa imbatible, está en la misma categoría, y Sastin espera verla sólo en la final.
Cada competidor tendrá duros oponentes del Cáucaso. La lucha libre es un deporte nacional en la región: 4 países tienen 1.5 millones de competidores registrados. Los que se convierten en campeones de la zona son sumamente famosos, todos los conocen y todos los quieren.
“Quienes deseen competir deben hacerse miembros del club Makhachkala, y aquellos que no pudieron participar en el Campeonato Mundial o en el Campeonato Europeo en su propio país, estarán felices de viajar al extranjero para recibir ese honor. Uno de estos competidores cuesta entre 20.000 y 80.000 euros y tiene que esperar dos años antes de competir. A Hungría también le ofrecieron competidores de la zona, pero nosotros tratamos de salir ganadores por nuestra cuenta”. Péter Bacsa, vicepresidente de la Federación Húngara de Lucha Libre, explicó a index.hu.
No va a ser fácil para Hungría conseguir cuotas o medallas, pero los expertos son optimistas. El Campeonato dura del 7 de septiembre al 17 de septiembre.
basado en el artículo de index.hu
traducido por Adrienn Sain
Fuente: index.hu
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