Impactante informe de la UE: ¡Las muertes por cáncer en Hungría superan al resto de Europa!

En Hungría, el cáncer es uno de los problemas de salud más graves que afectan a la sociedad en su conjunto. Según un reciente informe de la Unión Europea, Hungría tiene la tasa de mortalidad por cáncer más alta de la UE, lo que presenta un panorama alarmante para la salud del país.
Hungría ocupa una posición especialmente mala dentro de la Unión Europea en cuanto a mortalidad por cáncer. Los datos muestran que Hungría tiene la tasa más alta de muertes por cáncer en la UE. Los hombres se ven especialmente afectados, con una tasa de mortalidad dos veces mayor que la de las mujeres. Aunque entre 2011 y 2021 se produjo una reducción para ambos sexos, esta mejora sigue siendo insuficiente para alcanzar a países en situaciones económicas similares. Las estadísticas no solo indican una tendencia negativa, sino que también ponen de relieve un problema sistémico que se puede atribuir a varios factores, incluidos los hábitos de vida y el estado de la atención sanitaria.

Hábitos poco saludables y aumento de la obesidad
Entre la población húngara, los estilos de vida poco saludables son un importante factor de riesgo de cáncer. Según HomeEn Hungría, la prevalencia del tabaquismo y del consumo de alcohol es muy superior a la media de la UE, mientras que las tasas de sobrepeso y obesidad también están aumentando. En la actualidad, el 58% de los adultos húngaros tienen sobrepeso u obesidad, una cifra especialmente alta, sobre todo teniendo en cuenta la tendencia a la baja en este ámbito en otros países de la UE.

A esta situación contribuye también la mala alimentación, ya que los húngaros consumen muy poca fruta y verdura. A largo plazo, el deterioro de los hábitos de vida saludables no solo reduce la esperanza de vida de las personas, sino que también supone una enorme carga para el sistema sanitario.
El riesgo de desarrollar cáncer es ya un problema creciente entre los grupos de edad más jóvenes. Entre los adolescentes de 15 años, la proporción de individuos con sobrepeso aumentó del 19% en 2014 al 25% en 2022, lo que sitúa a Hungría por encima de la media de la UE. Aunque en los últimos años se han introducido regulaciones más estrictas para reducir el tabaquismo, su impacto a largo plazo ha sido limitado. Los estilos de vida poco saludables entre los jóvenes, incluidos el sedentarismo, el consumo excesivo de azúcar y grasas y la propagación de adicciones nocivas, podrían tener consecuencias aún más graves en el futuro, ya que el riesgo de cáncer aumenta desde una edad temprana.
Detección temprana y atención sanitaria
La detección temprana del cáncer puede mejorar significativamente las tasas de supervivencia, pero en Hungría cada vez menos personas se someten a pruebas de detección. El número de personas que acuden a las pruebas de detección del cáncer de mama y de cuello uterino ha disminuido, al igual que la participación en las pruebas de detección del cáncer colorrectal, que ya eran extremadamente bajas.

Como consecuencia, los cánceres suelen diagnosticarse en una fase avanzada, cuando el tratamiento es mucho más difícil y menos eficaz. Hay varios factores que pueden explicar la baja aceptación de las pruebas de detección, como la falta de información, la carga sobre el sistema sanitario y el miedo o la negligencia de las personas. La falta de detección temprana agrava la situación, ya que muchos cánceres que podrían tratarse eficazmente si se diagnosticaran a tiempo acaban siendo mortales.
En el lado positivo, la tasa de supervivencia a cinco años ha aumentado, lo que indica que la calidad de la atención oncológica en Hungría ha mejorado. El número de herramientas de diagnóstico y tratamiento, como equipos de tomografía computarizada y resonancia magnética, también ha aumentado, pero Hungría todavía está por detrás de la media de la UE. Sin embargo, el mayor problema no es el equipo técnico, sino la falta de especialistas. Hungría tiene escasez de oncólogos y enfermeras, lo que plantea graves desafíos en la atención de los pacientes con cáncer. La sobrecarga de trabajo de los trabajadores sanitarios y la escasez de médicos a menudo dan lugar a largas listas de espera y a una calidad de atención subóptima.
En Hungría, hay tres tipos de cáncer especialmente frecuentes: el cáncer de pulmón, el cáncer de colon y el cáncer de mama. El cáncer de pulmón es la causa de muerte más frecuente, con 78 muertes por cada 100,000 personas en 2021, seguido del cáncer colorrectal, con una tasa de 50, y el cáncer de mama, con una tasa de 23. Aunque se ha producido un ligero descenso de estas enfermedades en la última década, Hungría sigue ocupando el primer puesto de la UE en cuanto a tasas de mortalidad. La pandemia de coronavirus ha agravado aún más la situación, ya que se han cancelado muchas pruebas de detección previstas, lo que ha provocado retrasos en los diagnósticos y una progresión más avanzada de la enfermedad.
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La quimioterapia no está ampliamente disponible. Además, los médicos tienen limitaciones financieras para recetar tratamientos contra el cáncer a más de un número limitado de pacientes. El Fidesz no quiere pagar si tienes cáncer, por lo que la tasa de mortalidad por cáncer es más alta en Orbanistán.
Los médicos húngaros se manifestarán el 8 de marzo.