Hungría convoca al embajador sueco por los comentarios del primer ministro sobre la visita de Orbán a Georgia y rechaza las acusaciones de interferencia "escandalosas"

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Hungría ha convocado al embajador de Suecia en Budapest por los comentarios hechos por el primer ministro sueco, Ulf Kristersson, en relación con la reciente visita del primer ministro Viktor Orbán a Georgia, dijo el miércoles el ministro de Asuntos Exteriores, Péter Szijjártó, añadiendo que el gobierno "rechaza firmemente" los comentarios de Kristersson.

Hablando durante un receso en una reunión del gabinete, Szijjartó “Los de Bruselas y los liberales europeos no pueden procesar el resultado de las elecciones en Georgia”, afirmó.

“Los ganadores en Georgia no fueron los que querían, sino que el pueblo georgiano tomó una decisión por sí mismo y, efectivamente, no eligió a un partido liberal sino a una fuerza política conservadora, soberanista, pro paz y pro familia, una vez más con más del 50 por ciento de apoyo”, dijo Szijjártó, según un comunicado del ministerio.

"No pueden llegar a un acuerdo sobre esto en Bruselas, y tampoco puede hacerlo la corriente liberal dominante, por eso están tratando de causar disturbios de todo tipo y cuestionar el resultado de las elecciones georgianas", dijo.

Dijo que la visita de Viktor Orbán a Georgia esta semana también había recibido “todo tipo de… críticas ridículas y a veces patéticas”.

Szijjártó dijo que no haría comentarios sobre las declaraciones de su homólogo polaco, pero "si el primer ministro de... un país de la UE y la OTAN cuestiona qué posición e intereses representa el primer ministro húngaro, eso cruza una línea y exige hablar abiertamente".

Dijo que el primer ministro de Suecia, que no hace mucho tiempo había estado en Budapest pidiendo a Hungría que respaldara la membresía de su país en la OTAN, había sugerido esta semana que su homólogo húngaro había ido a Tbilisi "en nombre de Rusia".

“Es una afirmación que debemos rechazar con la mayor firmeza”, afirmó Szijjártó. “No aceptamos que nadie cuestione que representamos nuestros propios intereses, los intereses nacionales húngaros y la posición húngara”.

“No somos un país independiente, nadie puede decirnos qué decir o representar, representamos los intereses nacionales húngaros”, añadió Szijjártó.

Dijo que el Ministerio de Asuntos Exteriores había convocado al embajador sueco ayer por la tarde para aclarar la posición del gobierno y había pedido a los funcionarios suecos que se abstuvieran de hacer tales comentarios en el futuro.

Szijjártó afirmó que este tipo de comentarios “no se basan en ningún modo en el respeto mutuo y no parece que tengan como objetivo mejorar nuestra cooperación como aliados”.

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