La historia de Ilona Epres: la abuela que dio a luz a su nieto

Cuando la vida les pone obstáculos, algunas familias encuentran formas extraordinarias de seguir adelante. Bernadette y su esposo Zoltán enfrentaron años de angustia en su búsqueda de un hijo, soportando tratamientos fallidos, abortos espontáneos y pérdidas. Justo cuando su esperanza comenzaba a desvanecerse, surgió una idea inesperada: ¿podría la madre de Bernadette, Ilona Epres, gestar a su hijo?
Sin los años de penurias que han soportado Bernadette y su marido Zoltán, esta extraordinaria historia no habría cobrado vida. La pareja intentó durante años tener hijos, pero el destino los privó una y otra vez de la alegría de la maternidad y la paternidad. Los tratamientos de fecundación in vitro y de infertilidad fracasaron siete veces, Bernadette sufrió varios abortos espontáneos y perdieron a su único hijo prematuro superviviente. Pero su deseo de ser madre era tan profundo que estas tragedias casi consumieron a Bernadette.

Según ParpadearSu devoción por su hija la había acompañado desde la infancia y, a medida que pasaban los años y sus esperanzas parecían desvanecerse, cayó en un letargo cada vez más profundo, cuestionando el significado de su vida. Ilona Epres, como madre amorosa, no podía quedarse de brazos cruzados y ver sufrir a su hija, y el surgimiento de una nueva oportunidad lo cambió todo.
La idea extraordinaria: la abuela como dadora de vida
A un médico se le ocurrió la idea de que una abuela no podía llevar en su vientre a su nieto. A Ilona Epres le pareció una idea poco habitual, ya que las pruebas médicas confirmaron que se encontraba en perfecto estado de salud y que el embarazo no suponía ningún riesgo. Sin embargo, la idea se vio obstaculizada por las restricciones legales en Hungría: Ilona era considerada demasiado mayor para quedarse embarazada. Sin embargo, en el Reino Unido la familia fue recibida con los brazos abiertos, ya que el entorno legal es más abierto a este tipo de procedimientos.
Ilona fue inseminada con óvulos de Bernadett y esperma de Zoltán. La abuela aceptó dar a luz a su nieta de inmediato y durante los nueve meses de embarazo, irradió determinación y amor.
El 30 de septiembre en Londres se produjo un momento que sería recordado por el resto de la vida de Ilona y de su familia. Con 3.5 kilos, el nacimiento sano de Danika estableció un récord mundial único: transcurrieron 43 años entre el primer nacimiento de Ilona y el actual, dos años más que el récord anterior. Según el certificado de nacimiento británico, Danika era oficialmente hijo de Ilona Epres, registrado posteriormente en un procedimiento de adopción con los nombres de Bernadette y Zoltán.
Tras el nacimiento, Ilona abrazó entre lágrimas a la recién nacida en presencia de su hija. Los médicos elogiaron a la madre madura, cuyo embarazo transcurrió sin complicaciones y que incluso pudo amamantar a Danika durante el primer mes.

Abuela y nieta
En una entrevista con Sandor FriderikuszIlona dijo que ella y Danika tienen una relación muy especial. La abuela sonrió mientras contaba cómo su nieta de alguna manera instintivamente siente el profundo vínculo que las une. “En cuanto hablo, Danika me sonríe, como si supiera que soy parte de su vida”, dijo. Ilona considera un gran éxito no solo el nacimiento de la niña, sino también la salvación espiritual de su hija.
El acto de Ilona Epres puede servir de ejemplo a nivel mundial. No solo ayudó a que la familia de su hija estuviera completa, sino que también envió un mensaje universal sobre el altruismo y el poder de la familia. “Para mí, no fue algo sobrehumano, fue lo más natural del mundo”, afirmó la abuela, que nunca cuestionó la rectitud de su decisión.

El artículo también destaca las diferencias entre las normas húngaras y las internacionales. Según ParpadearMientras que Hungría tiene estrictas restricciones sobre la gestación subrogada y la donación de óvulos, el Reino Unido, los Estados Unidos y otros países como España y la República Checa son mucho más flexibles. Según las normas húngaras, la donación de óvulos solo es posible para mujeres menores de 35 años que ya hayan dado a luz, lo que limita significativamente la posibilidad de tales procedimientos.
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