Jobbik: El final de la era de Merkel, pero ¿es el comienzo de una nueva?
Observaciones del eurodiputado de Jobbik Márton Gyöngyösi:
Mi corazonada era correcta – dijo Márton Gyöngyösi, eurodiputado de Jobbik – Armin Laschet es el nuevo presidente de la CDU – Parece que una larga era ha terminado y el partido gobernante de Alemania, la CDU, ha elegido un nuevo presidente: Armin Laschet (quien pensé que tenía la mejor oportunidad). Confío en que el nuevo líder sea capaz de dar un nuevo impulso a su partido y orientar a los democratacristianos hacia una posición más marcadamente de centroderecha tras las tendencias quizás de izquierda de los últimos años, mientras que el partido gobernante alemán se convertirá en una fuerza comprometida a una cooperación cada vez más profunda pero cautelosa en términos de federalismo.
También espero que la nueva y fuerte dirección de la CDU sea capaz de poner fin por fin a la farsa de Fidesz arrastrada durante tanto tiempo en el Partido Popular Europeo, y deje claro que los dictadores corruptos y su banda de orgías no tienen cabida en la política europea. .
Koloman Brenner, vicepresidente de la Asamblea Nacional de Hungría, dijo que: Estamos hablando de una Europa en la que el sistema de candidatos principales de la Comisión Europea puede ser anulado colocando delegados políticos en posiciones después de algunos acuerdos realizados a puerta cerrada, y donde la Unión Europea Comisión puede barrer la voluntad expresa de casi 1.3 millones de ciudadanos europeos y la mayoría del Parlamento Europeo que quieren promover un proceso legislativo a escala de la UE para proteger a las minorías étnicas nativas, y donde Viktor Orbán y su Fidesz se le permite construir un sistema de partido único antidemocrático pisoteando el estado de derecho mientras siga suministrando mano de obra húngara barata, para el mayor placer de la economía alemana. Esta es una Europa donde, como ya dije en el Parlamento, las partes regatearon sobre el presupuesto conjunto de la UE y el plan de recuperación en lugar de dar pasos reales hacia la unificación de nuestro continente.
Sin embargo, para que eso suceda, los políticos alemanes deben darse cuenta de que no tiene sentido construir Europa sin sus ciudadanos. La economía es importante y también lo es la estabilidad, pero las personas son lo más importante. Cuando se trata de una Europa verdaderamente democrática caracterizada por una solidaridad real, es la voluntad de la gente la que debe gobernar sobre cualquier trato silencioso que se haga a puerta cerrada.
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Fuente: Prensa
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