El club Kaposvár se enfrenta a una reacción violenta tras prohibir la entrada a trabajadores turcos

Un club nocturno de Kaposvár, Hungría, ha provocado polémica al prohibir la entrada a trabajadores turcos invitados, alegando motivos de seguridad para sus empleados y clientes. El club PARK74 anunció la decisión en Facebook, alegando que algunos trabajadores turcos habían acosado repetidamente a otros clientes.
Razones detrás de la prohibición
As escribimos el lunesEn la publicación de Facebook se afirmaba: “Varias quejas de la ciudad y nuestras propias observaciones han demostrado que [los trabajadores turcos] no se comportan de manera apropiada. PARK74 tiene como objetivo proporcionar un entorno seguro y agradable para todos, pero esto parece incompatible con el comportamiento de algunos trabajadores invitados”. La gerencia enfatizó la importancia de priorizar la seguridad, lo que, según afirman, condujo a esta decisión. anuncio También se compartió en turco para garantizar la claridad (encuéntrelo a continuación).
Informes de mala conducta
El representante legal de PARK74, Richárd Takács, dijo télex El flujo de trabajadores turcos comenzó en la primavera de 2024 gracias a una importante inversión de la empresa turca Şişecam, que está construyendo en Kaposvár su primera planta europea de envases de vidrio. Esta inversión de 73 millones de HUF (177 millones de euros) El proyecto ha atraído a cientos de trabajadores turcos a la zona.
Al principio, su presencia en el club no causó problemas, pero las quejas comenzaron el otoño pasado. Takács mencionó incidentes de comportamiento inapropiado, como arrojar vasos al personal del bar, contacto físico no solicitado con mujeres y comentarios ofensivos. Estos incidentes llevaron al club a instalar un detector de metales en la entrada por primera vez en más de una década. La situación se agravó un sábado por la noche cuando un cliente turco supuestamente se subió a la cabina del DJ y lo amenazó. Cuando el personal intervino, los amigos del individuo rodearon al portero, creando una atmósfera tensa e intimidante.

Cuestiones jurídicas y éticas
Cuando se le preguntó sobre la legalidad y moralidad de la prohibición, Takács afirmó: “La seguridad de nuestros empleados y huéspedes, y su derecho a disfrutar tranquilamente de su ciudad natal, tiene prioridad sobre los derechos de los trabajadores invitados”. También explicó que las restricciones de entrada se aplicarán en función de los rasgos observables y, en caso necesario, comprobando los documentos de identidad con fotografía.
Reacciones mixtas y respuestas oficiales
El anuncio ha provocado una serie de reacciones. Muchos usuarios de las redes sociales apoyaron la decisión del club y aplaudieron su compromiso con la seguridad. Otros, sin embargo, expresaron su preocupación por la discriminación. Comité húngaro de Helsinki Criticaron la prohibición general por discriminatoria y sugirieron medidas alternativas. Afirmaron que “si bien es loable proteger a los huéspedes y prevenir el acoso, esto debería hacerse a través de reglas claras y sanciones individuales, no apuntando a una nacionalidad entera”.
Mientras tanto, la policía local no informó de ningún aumento de la delincuencia ni de los problemas de seguridad pública relacionados con los trabajadores turcos en Kaposvár. Las autoridades confirmaron que no se habían presentado recientemente denuncias ni informes formales sobre incidentes en el club. El debate pone de relieve la tensión entre garantizar la seguridad y evitar la discriminación, un desafío que ha ganado visibilidad a la luz de la creciente dependencia de Hungría de la mano de obra extranjera.
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Contexto sobre los trabajadores legales no pertenecientes a la UE. Datos interesantes para jugar. Escojamos Hungría por los datos:
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Los trabajadores invitados no van a querer pasar sus noches confinados en un cuartel. Quieren salir a la ciudad como todo el mundo. Estos hombres turcos, solitarios y frustrados, buscan la compañía de una mujer húngara y pueden volverse agresivos. No resulta muy agradable para los locales. Los clubes de este tipo necesitan más de un portero y sería de gran ayuda que la policía apareciera rápidamente y se ocupara de ellos con severidad. Si causas problemas, deberían revocar rápidamente tu permiso de trabajo y regresar a Turquía. ¿Quién quiere pasar una noche allí si tienes que lidiar con lo que se describe?
Deportar.
Ninguna mujer tiene por qué tolerar “contacto físico no solicitado” de nadie cuando está pasando una noche divertida en un club. Entiendo y apoyo plenamente la decisión del club de prohibir este grupo de mal comportamiento. Los abusadores deberían ser denunciados a la policía y se deberían tomar las medidas adecuadas.