Fondos de la UE, demandas y una apuesta geopolítica: por qué la "soberanía" del primer ministro Viktor Orbán podría costarle a Hungría más que dinero

En un momento en que Europa necesita unidad, la relación entre la UE y el gobierno húngaro de Viktor Orbán ha alcanzado un mínimo histórico. A la sombra de la guerra entre Rusia y Ucrania, los países de la UE son cada vez más conscientes de que el apoyo a Ucrania no es solo una cuestión moral, sino también existencial. Para muchos gobiernos, tomar medidas decisivas contra la agresión rusa también redunda en su propia seguridad nacional. Esta estrecha cooperación europea se está viendo gravemente socavada por la política del gobierno húngaro.

El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, va en la dirección opuesta: mientras los Estados miembros de la UE aumentan la ayuda militar a Ucrania, el gobierno húngaro intensifica la retórica antiucraniana y obstaculiza diplomáticamente a Bruselas. Esta estrategia no solo alimenta las disputas políticas, sino que también tiene graves consecuencias financieras para Hungría.

El primer ministro Orbán podría perder miles de millones de euros la próxima semana
Foto: FB/Orbán

El regreso del presidente estadounidense Donald Trump y la volatilidad de la política estadounidense hacia Ucrania implican que los Estados miembros de la UE no pueden permitirse dejar a Kiev indefensa reteniendo la ayuda. Si bien el futuro de la asistencia estadounidense es incierto, los países europeos, junto con el Reino Unido, Noruega y Canadá, están aumentando su apoyo a las fuerzas ucranianas.

La decisión de Orbán: “Orgullo nacional” en lugar de dinero de Bruselas

Según Vallasz OnlineEl gobierno húngaro también ha intensificado el sentimiento antiucraniano a nivel nacional. La estrategia del primer ministro Viktor Orbán recuerda a la crisis de refugiados de 2015: forjó un conflicto con la UE por la migración, y ahora la guerra en Ucrania sirve de pretexto. Sin embargo, la situación actual conlleva un riesgo mucho mayor: la supervivencia del peso geopolítico de la UE —e incluso de algunos de sus Estados miembros— podría depender de su respuesta a la agresión rusa. Por eso la tensión entre el gobierno húngaro y los líderes de la UE es tan aguda.

En el mensaje político del Fidesz, las críticas a Bruselas se han presentado durante mucho tiempo como «ataques extranjeros», pero la campaña se ha intensificado. El gobierno está preparando a la opinión pública para que interprete la pérdida de fondos de la UE no como un fracaso gubernamental, sino como el «precio de la autodeterminación nacional». La retórica predominante afirma que aceptar las sanciones de Bruselas es un sacrificio necesario para preservar la soberanía húngara.

Von der Leyen reaparece en la campaña de carteles negativos del gobierno de Orbán, Zelensky y Weber también están allí
Von der Leyen reaparece en la campaña de carteles negativos del gobierno de Orbán. Zelenski y Weber también aparecen. Foto: Daily News Hungary

El gobierno ya está pagando multas de un millón de euros al día por la legislación de asilo. Podrían imponerse nuevas sanciones, que podrían ascender a varios millones de euros diarios, especialmente en relación con nuevas leyes controvertidas, como la posible prohibición del Orgullo o la ampliación de la Oficina de Protección de la Soberanía. Estas no son meras disputas políticas con Bruselas, sino también herramientas de comunicación utilizadas por el Fidesz para desviar la atención de las crecientes pérdidas financieras de Hungría.

Demandas, multas, teatro político y pérdidas financieras sin precedentes

Hungría está pagando el precio de estos conflictos no solo políticamente, sino también económicamente. En circunstancias normales, el país podría recibir 32.5 2021 millones de euros durante el ciclo presupuestario de la UE 2027-12.5 (además de los subsidios agrícolas), pero actualmente solo tiene acceso a 20 10 millones. Los XNUMX XNUMX millones de euros faltantes —alrededor del XNUMX % del PIB húngaro— serían cruciales para estabilizar y desarrollar la economía.

El problema más grave reside en el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR). Hungría podría obtener más de 10 350 millones de euros de este importante fondo, pero para ello debe cumplir una serie de condiciones diseñadas para fortalecer el Estado de derecho, condiciones que el gobierno húngaro ha tardado notablemente en cumplir. Hay más de XNUMX hitos de desarrollo pendientes, pero el gabinete de Orbán ha priorizado la autonomía política sobre el beneficio económico. Sin la financiación del MRR, Hungría debe financiar los proyectos planificados con préstamos de mercado, que ofrecen condiciones mucho menos favorables, lo que supone una carga adicional para las finanzas públicas.

Hungría Infracción de la Comisión Europea
Foto: FB/Comisión Europea

Más allá de los enfrentamientos políticos y económicos, las batallas legales también se están intensificando. Una de las más destacadas es la demanda por la "ley de protección infantil" de 2021. La Comisión Europea, el Parlamento Europeo y 16 Estados miembros han interpuesto una demanda contra Hungría, argumentando que la ley viola la Carta de los Derechos Fundamentales de la UE. Tras el dictamen del Abogado General, Hungría se enfrenta a una fuerte posibilidad de perder, lo que se traduciría en multas considerables. La situación se agrava aún más por el plan del gobierno de prohibir el evento del Orgullo de este año bajo la misma legislación. Si la policía bloquea el evento, podría profundizar la ruptura diplomática entre Hungría y la UE. Se espera que decenas de eurodiputados visiten Budapest durante el Orgullo para protestar contra la ley, lo que podría provocar un enfrentamiento directo entre las instituciones de la UE y las autoridades húngaras.

Un caso similar involucra a la recién creada Oficina de Protección de la Soberanía, que también es objeto de una demanda de la UE. El caso se está tramitando por la vía rápida en el Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Si Hungría pierde, podría enfrentarse a aún más sanciones, sobre todo porque el gobierno busca ampliar las competencias de la oficina.

La brecha cada vez mayor entre la UE y Hungría: ¿hay una salida?

El acceso de Hungría a los fondos de la UE es cada vez más restringido. Es improbable que se desbloquee la financiación del MRR, y ya se han perdido fondos del Fondo de Cohesión debido al incumplimiento de los plazos. Si bien el gobierno ha iniciado algunos proyectos de desarrollo, estos ahora deberán financiarse internamente, lo que requerirá más préstamos.

Viktor Orbán Fidesz, el partido gobernante de Hungría
Foto: Facebook / Fidesz

Hay indicios ocasionales de compromiso, como la reciente flexibilización del procedimiento de déficit excesivo, pero las profundas divisiones geopolíticas no pueden superarse únicamente mediante negociaciones económicas. Si bien gran parte de la UE considera la amenaza rusa una preocupación vital para la seguridad nacional, Viktor Orbán sigue minimizándola, socavando la confianza y complicando el diálogo.

Además, las instituciones de la UE se muestran cada vez más reacias a hacer concesiones. La Comisión Europea y la mayoría de los Estados miembros creen que ceder sentaría un precedente peligroso y pondría en peligro la cohesión de la Unión. A medida que la economía se desacelera debido a la pérdida de financiación de la UE, la deuda pública aumenta y la tensión política se intensifica, el gobierno húngaro —y el propio primer ministro Viktor Orbán— se ven cada vez más aislados.

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