La visión de Rusia para Ucrania en 2045 podría incluir a Hungría: ¿Cuál es el objetivo final para Moscú?

El Ministerio de Defensa ruso ha esbozado una ambiciosa estrategia que se extiende hasta 2045 y que no sólo aborda el conflicto actual en Ucrania sino que también busca alterar fundamentalmente el equilibrio de poder global.

Según PortafolioMoscú pretende involucrar a los líderes estadounidenses en el inicio de conversaciones para reconfigurar la política global. Un componente central de esta estrategia es el desmantelamiento de Ucrania como estado soberano, una medida que podría trastocar el orden internacional posterior a la Segunda Guerra Mundial. plataforma XYa se ha publicado un mapa que ilustra cómo Rusia imagina dividir Ucrania, dividiendo efectivamente el país en tres partes.

Mapa de Rusia 2045
Fuente: X / jamiemcintyre21

Propuesta de partición de Ucrania

Según PortafolioEl plan prevé una división de Ucrania en tres partes distintas:

Regiones orientales anexadas a Rusia:

Las regiones de Kherson, Zaporizhia, Donetsk y Luhansk, ya parcialmente ocupadas por Rusia, quedarían anexadas de manera permanente. Moscú ha celebrado en esas zonas los llamados “referendos”, aunque su legitimidad es ampliamente cuestionada.

Un Estado títere prorruso en Ucrania central:

El centro de Ucrania, incluida Kiev, quedaría bajo el control de un gobierno prorruso. Esta región incluiría ciudades importantes como Odesa, Járkov y Dniéper, aunque su autonomía política y económica seguiría estando estrictamente limitada por Moscú.

Ucrania occidental dividida entre sus vecinos:

Las regiones occidentales, que abarcan ocho provincias, se distribuirían entre Polonia, Hungría y Rumania. Una propuesta de este tipo no sólo viola la soberanía de Ucrania, sino que también corre el riesgo de desestabilizar Europa central, con consecuencias geopolíticas de amplio alcance.

Los escenarios también analizan el posible orden mundial en diferentes escenarios. En caso de una victoria rusa, Moscú imagina un mundo dividido en esferas de influencia compartidas entre las principales potencias. Un escenario menos estructurado prevé el ascenso de las potencias regionales a medida que se debilitan las estructuras globales, lo que resulta en una mayor inestabilidad. Un escenario supone la derrota rusa, consolidando el dominio de los Estados Unidos y sus aliados. Otro resultado predice la derrota de Rusia, con el surgimiento de China como la potencia mundial dominante, tanto económica como políticamente.

Festival internacional del libro de Budapest Putin
Fuente: depositphotos.com

Redefiniendo el orden mundial

En el centro de estos planes se encuentra la ambición de Moscú de suplantar el orden global liderado por Estados Unidos tras la Segunda Guerra Mundial, al que critica por favorecer los monopolios occidentales del poder político y económico. Con ese fin, Rusia habría convocado varias reuniones en 2022 y 2023 para explorar formas de desmantelar el sistema financiero global dominado por Estados Unidos.

Esta visión no sólo amenaza la soberanía de Ucrania, sino que también corre el riesgo de desestabilizar a Hungría y a otras naciones de Europa central. La redefinición de las fronteras podría desencadenar importantes trastornos políticos y sociales, con consecuencias que trascienden la región.

Los planes de Moscú revelan que el conflicto en Ucrania va mucho más allá de las disputas locales o regionales: es parte de una ambición más amplia de redefinir el orden global. La propuesta de desmembramiento de Ucrania y el cambio en las estructuras de poder global plantean profundos desafíos para la comunidad internacional y plantean interrogantes que definirán la geopolítica durante las próximas décadas.

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