El último de una raza en extinción: calvinistas húngaros en Rumania – PARTE II
Magyarhang ha ido a explorar las comunidades calvinistas húngaras más alejadas de Europa, en Rumania, más precisamente en Galați, Braila, Ploiești y Constanța. Aquí, el número de húngaros está en fuerte declive, y solo se pueden encontrar dos húngaros en la mayoría de los funerales: el sacerdote y el difunto.
En la parte anterior hemos aprendido que la población calvinista húngara del sureste de Rumania está disminuyendo rápidamente, el número de feligreses es menor cada año. Los húngaros se están casando con rumanos y, como resultado, los niños nacidos en esos matrimonios mixtos rara vez aprenden húngaro o son bautizados en la iglesia calvinista.
Sin embargo, hay otro lado de la historia, el de los rumanos: a veces se interesan por las enseñanzas calvinistas.
Si sólo hay dos húngaros en la mayoría de los funerales, el sacerdote y el difunto, es inevitable que, de vez en cuando, algún ortodoxo rumano que asista a tales rituales religiosos se interese. Alrededor de la época en que Magyarhang realizó esta entrevista con el pastor Endre, el sacerdote había enterrado a un ingeniero naval. Varios rumanos asistieron al funeral, después de lo cual le preguntaron a Endre si existía la posibilidad de que se unieran a la iglesia reformada.
“Si les digo que cada segundo domingo, el sermón también es en rumano, incluso podrían venir”, dice el pastor Endre.
Sobre el sermón rumano
El sermón pronunciado en rumano es la tarea de un cura, cuya vida, escribe Magyarhang, 'merece ser convertida en una película': Androne Mihai estudió filosofía en Iași y luego obtuvo su doctorado en teología ortodoxa en Bucarest. Se topó con la doctrina calvinista por casualidad, pero le ha impactado tanto que durante una beca suiza, se convirtió al protestantismo reformado.
“No fue realmente casualidad”, comienza explicando su conversión. “Era el plan de Dios que yo tropezara con el protestantismo a través de un libro. Me atrajo el centralismo de Dios del calvinismo, esa es la razón por la que busqué la comunidad reformada una vez que regresé a casa. Solo hay protestantes reformados húngaros en Galați, donde vivo, así que me uní a ellos”.
No hay muchos protestantes rumanos en Rumanía, a excepción de Androne Mihai y la hija del Ministro del Exterior, Teodor Melescanu, aunque esta última nunca estudió teología ortodoxa.
Androne tuvo que pasar por lo que las minorías húngaras tienen que hacer en Rumania cuando tuvo lugar su conversión (y hasta cierto punto, todavía siente la presión). En su opinión, Dios no nos juzga en función de nuestras creencias religiosas, pero la gente tiende a hacerlo. Nunca ha tratado de ocultar sus puntos de vista, por lo que las personas que lo rodeaban eran conscientes de los cambios que estaba a punto de introducir en su vida. Esto, sin embargo, presentó algunas dificultades.
“Acabo de aprender lo que significa ser una minoría en este país…”
Entonces, ¿cómo se lleva Androne, que no es hablante nativo de húngaro, con la religión protestante? Las oraciones húngaras se escriben fonéticamente para él, también canta las canciones húngaras pero dirige los sermones en rumano. El pastor Endre menciona que su acento no se puede escuchar mientras canta.
Su trabajo principal es la enseñanza a nivel universitario, pero aún encuentra tiempo para traducir el Catecismo de Heidelberg al rumano actual.
Fuente: magyarhang.org
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