Los mejores baños termales del mundo para una relajación total, incluida una visita obligada en Hungría

Con la llegada de la fresca brisa del otoño, no hay nada más tentador que sumergirse en un cálido y rejuvenecedor baño termal rodeado de la belleza de la naturaleza. Tanto si desea un momento de relajación pura como si busca las propiedades curativas de las aguas termales, el mundo ofrece una amplia gama de spas de lujo perfectos para relajar el cuerpo y la mente.
JHM-Tours Ha reunido algunos de los mejores baños termales del mundo para esta ocasión, incluido uno aquí mismo en Hungría.
Pamukkale, Turquía

A seis horas en coche desde Estambul, Pamukkale es una impresionante maravilla natural situada en el sur de Turquía, cerca de la ciudad de Denizli. Esta zona, junto con la antigua ciudad balnearia de Hierápolis, es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Aquí se han utilizado métodos de hidroterapia desde la antigüedad. Las terrazas de piedra caliza de color blanco nieve se formaron con agua de manantial rica en bicarbonato de calcio y dióxido de carbono, que brota del subsuelo y cae en cascada a unos 35 °C. Los visitantes han disfrutado de las aguas termales de Pamukkale durante siglos y, en la actualidad, varias fuentes termales de la zona alimentan balnearios y hoteles de nueva construcción.
Termas de Saturnia, Toscana, Italia

Enclavado en las ondulantes colinas del sur de la Toscana, el balneario Terme di Saturnia está tallado en piedra caliza y se alimenta de un manantial termal natural. Se dice que el agua, a una temperatura agradable de 37 °C, cura dolencias que van desde el acné hasta la amigdalitis. Según la leyenda, el manantial se formó a partir de una grieta en la tierra provocada por una pelea entre Júpiter y su padre, Saturno. En la antigua Roma, era un destino de baño popular y sigue siendo igual de querido en la actualidad.
Laguna Azul, Islandia

En Islandia, el poder de la naturaleza y el ingenio humano se unen en la Laguna Azul. El agua proviene de una planta de energía geotérmica cercana, que calienta la roca de lava negra circundante y llena las depresiones naturales con agua a 38 °C rica en minerales. A pesar de sus orígenes industriales, la Laguna Azul se ha convertido en un destino muy solicitado. Se recomienda a los visitantes, tanto locales como turistas, reservar pases de un día con anticipación para disfrutar de las aguas curativas del spa y los famosos baños de barro. Dado que la zona es propensa a terremotos y actividad volcánica, es conveniente consultar las últimas actualizaciones antes de visitarla.
Baños termales en Egerszalók, Hungría

A finales de los años 1960, en un intento de extracción de petróleo y gas en Egerszalók, una ciudad del condado de Heves, se descubrió un manantial termal con una temperatura de entre 65 y 68 °C. Con el tiempo, el agua del manantial ha creado una formación natural única, un depósito de piedra caliza de 120 metros cuadrados. El agua del manantial, rica en calcio, sodio, magnesio y azufre, está clasificada como agua termal bicarbonatada, con una alta concentración de ácido metacarboxílico. En 1992, el Ministerio de Salud la reconoció como agua medicinal.
Con el paso del tiempo, los minerales se han ido depositando en la zona y han formado una llamativa "cúpula de sal" con piscinas escalonadas de agua sulfúrica medicinal. Los visitantes de Egerszalók pueden disfrutar de las cálidas y curativas aguas del Saliris Resort Spa & Thermal Baths o de Nostalgia Beach. El spa está abierto durante las vacaciones de diciembre, excepto el 24 de diciembre, y la playa recibe a los visitantes todos los días excepto en Nochebuena.
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