Cuatro casos críticos en los que el Estado húngaro falló a sus ciudadanos
Los fracasos del Estado húngaro, estrechamente controlado por el gobierno, se extienden más allá de la protección infantil a áreas como la asistencia a los refugiados ucranianos, la atención sanitaria y la educación. En una reciente manifestación masiva en Hungría, prevaleció el sentimiento de que el Estado les ha fallado a sus ciudadanos.
Sobre trauma
Edina Pottyondy, una destacada YouTuber y organizadora del evento, expresó su preocupación por la falta de abordar el abuso infantil y proteger a los niños. Mencionó el escándalo que involucra Katalin Novák, la exjefa de Estado, Judit Varga, la exministra de Justicia y Zoltán Balog, ex obispo de la Iglesia Reformada y su gestión de los indultos. Zsolt Osváth, otro YouTuber y organizador del protesta, destacó que los niños en instituciones reciben sólo 72,000 HUF (186 EUR) al año para ropa y ropa de cama. Los organizadores (entre ellos Márton Gulyás, activista y YouTuber) revelaron la creación de un fondo en colaboración con la Asociación Street to Home para ayudar a un niño maltratado que se quedó sin hogar al dejar la tutela estatal. De acuerdo a RTL, su objetivo era recaudar hasta el domingo 25 millones de HUF (64,613 204 EUR) para su alojamiento y manutención, algo que superaron recaudando un importe total de 527,242 millones de HUF (XNUMX XNUMX EUR). La conclusión de toda esta situación es que:
La sociedad civil intervino cuando el gobierno y el Estado no lograron abordar el problema en cuestión, poniendo de relieve una brecha significativa en la responsabilidad.
Acogida de refugiados
Hace dos años, cuando Rusia invadió Ucrania, la respuesta tardía del gobierno dejó a los refugiados en el limbo. Cuando se designó la sala del BOK para albergarlos, la afluencia había disminuido. La visita del primer ministro Viktor Orbán a los refugiados en Debrecen, donde dijo a una mujer ucraniana: “Me alegro de verte”, puso de relieve el desorden del gobierno en el manejo de la crisis. Por el contrario, los civiles de la estación de tren de Keleti dieron un paso adelante y organizaron la ayuda de manera fluida y eficiente. Este escenario fue similar a la respuesta durante la ola de refugiados sin precedentes de 2015, donde particulares y ONG se movilizaron para brindar atención, recepción e información a los refugiados.
Una asistencia sanitaria fallida
El sector de la salud es otro ámbito en el que el Estado incumple sistemáticamente sus obligaciones. Los recientes intentos de reforma han sido insuficientes; por ejemplo, sólo en diciembre, los pacientes tuvieron que soportar tiempos de espera de 387 días para una cirugía de reemplazo de cadera en el condado de Tolna, 448 días para una cirugía de córnea en todo el país y la asombrosa cifra de 726 días para una cirugía de reemplazo de rodilla en Szombathely (condado de Vas). Recientemente, Péter Álmos, presidente de la Cámara Médica de Hungría, destacó la transición en curso en Hungría en la atención sanitaria pública. Las modificaciones propuestas en hospitales más pequeños podrían dar como resultado una disponibilidad limitada de cuidados intensivos, lo que podría plantear desafíos para un tratamiento oportuno y adecuado, particularmente en áreas con condiciones geográficas variables. También expresó su preocupación por el futuro del sistema de salud y alienta a las personas a considerar el “autocuidado”, lo que significa que además de contribuir a la seguridad social, tener un seguro privado podría resultar beneficioso en el futuro.
Sistema educacional
En el sistema educativo, las fallas públicas son evidentes, lo que indica una tendencia alarmante. Los padres que analizan las opciones escolares para sus hijos deben preguntar sobre los aspectos esenciales de las posibles instituciones, incluida la disponibilidad de profesores para materias cruciales como física, química y matemáticas. Además, son necesarias preguntas sobre las contribuciones a los fondos de las clases para necesidades básicas como papel higiénico y renovaciones de las aulas. Las preocupaciones recientes se extienden a las consultas sobre la financiación del aire acondicionado en las aulas para garantizar un entorno de aprendizaje propicio. Estas responsabilidades deberían caer bajo la jurisdicción del gobierno, según lo dispuesto en la Ley Fundamental, que garantiza la educación primaria y secundaria de forma gratuita. Sin embargo, las constantes deficiencias administrativas ponen de relieve la incapacidad del Estado para cumplir eficazmente con sus deberes educativos.
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1 Comentario
Pero Hungría, ¿por qué quejarse de estos fracasos cuando Fidesz la protege de los males del liberalismo, de Bruselas, de George Soros y de Estados Unidos, que es el pináculo del mal en lo que respecta a Orban y su amigo Putin? Hungría es ahora una “gran nación” que gobernará Europa y traerá el “antiliberalismo” a las masas anhelantes y se asegurará de que toda la riqueza se concentre sólo en manos de aquellos leales a Fidesz. ¡Qué alegría debe ser vivir en Hungría con glorioso líder Viktor Orban que trae felicidad a todos.