Servir al país y a la nación “es el mayor honor”, afirmó el presidente Tamás Sulyok en su discurso de toma de posesión como jefe de Estado el domingo frente al Palacio Sándor.
El presidente saludó a los húngaros en los Cárpatos y en el resto del mundo.
“Yo no planeé este servicio; No me preparé para esta tarea”, dijo el presidente. “Pero si el destino nos presenta situaciones inesperadas y nos llama a servir, no debemos rehuirlas”, dijo.
"Mi juramento santifica mi lealtad y compromiso con mi país", dijo Sulyok, añadiendo que siempre había defendido la aplicación de la Ley Fundamental que garantizaba el Estado de derecho.
Como presidente, dijo Sulyok, protegería “la dignidad de los húngaros” y “seguiría el camino de los buenos ejemplos” trazado por sus predecesores, al mismo tiempo que “allanar mi propio camino”.
"La ley ha sido... la brújula de toda mi vida y deseo trabajar en consecuencia", dijo el presidente.
La unidad no puede y no será rota...
Sulyok dijo que Hungría es un país con más de mil años de estado, basado en el principio de soberanía popular, y la tarea del presidente, añadió, es representar a este estado en sus poderes prescritos por la Ley Fundamental del país.
El presidente dijo que la Ley Fundamental era “la piedra angular, el marco y la norma de mi trabajo”. Añadió que precisamente afirmaba que el presidente de la república encarnaba la unidad de la nación y supervisaba el funcionamiento democrático del Estado.
“Esta unidad no puede ni será rota…”, dijo.
Sulyok dijo que no se desviaría del “excelente ejemplo” de su predecesor de buscar la apertura en las relaciones internacionales y mantener estrechos vínculos con la diáspora húngara.
El presidente de Hungría, enfatizó, no sólo es responsable de los compatriotas en su patria y más allá de la frontera “en un sentido espiritual”, sino también como una cuestión de derecho público.
El presidente también dijo que consideraba con especial preocupación las vidas de los húngaros de Transcarpacia en una Ucrania devastada por la guerra.
Sulyok dijo que consideraba natural apoyar a las personas para que vivan libremente de acuerdo con su identidad nacional y cultural.
Además, destacó la importancia de mantener buenas relaciones con los países vecinos y una estrecha cooperación con los países de Visegrád.
Cultura, fe y valores cristianos.
Al igual que entre naciones, el respeto mutuo es también el estándar entre las personas, dijo Sulyok, y agregó que él y su esposa siempre apoyarán a quienes más lo necesitan: los necesitados, los oprimidos y los que atraviesan tiempos difíciles.
“La cultura, la fe y los valores cristianos son inseparables de nosotros; son la base de nuestro estado milenario, una parte integral de nuestro pasado y el factor que determina nuestro presente”, dijo Sulyok.
"Como húngaros, nos hemos fusionado con el destino de Europa, enriqueciéndolo con nuestra singularidad", dijo, añadiendo que "como húngaros, podemos fortalecer el continente".
El presidente dijo que el futuro de Europa depende "no sólo de nosotros sino de todas y cada una de las naciones europeas y miembros de la comunidad". Esto, dijo, presentaba una difícil tarea por delante.
Dijo que por eso era de vital importancia que, en medio de tanta incertidumbre, los húngaros, al menos, tuvieran una base segura.
"Nuestro primer y más sagrado deber es utilizar toda nuestra fuerza y talento para garantizar que Hungría siga siendo Hungría y que su independencia se mantenga intacta", dijo Sulyok.
La honestidad es importante
La realización de una buena vida, seguridad, orden, justicia y libertad "son posibles si los ciudadanos y el Estado tienen un objetivo común", afirmó Sulyok. “No se puede ir en contra de la voluntad del pueblo; el Estado debe servir a sus ciudadanos”.
"Sin embargo, el Estado no funciona perfectamente", afirmó, añadiendo que era tarea del sistema jurídico correctivo, de los tribunales y del Tribunal Constitucional eliminar cualquier error cometido.
La confianza pública “debe ser el material vinculante” de la Hungría del siglo XXI, afirmó el presidente Sulyok. "Nuestro Estado democrático no puede concebirse sin él", afirmó.
"Sin confianza no puede haber un Estado, una economía o un sistema legal que funcionen", añadió.
"Sin honestidad no hay confianza, y la honestidad puede demostrarse mediante la existencia de un diálogo", dijo, prometiendo "esforzarse por fortalecer el entendimiento mutuo en lugar de la sospecha, para garantizar el respeto en lugar de los insultos".
A la ceremonia asistieron el Primer Ministro Viktor Orbán y su esposa, el Presidente del Parlamento László Kövér y su esposa, el Viceprimer Ministro László Semjén, los ex presidentes János Áder y Pál Schmitt, el Ministro del Interior Sandor Pinter, el Fiscal General Péter Polt y el Ministro de Defensa Kristóf Szalay-Bobrovniczky, entre otros.
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1 Comentario
La Ley Fundamental húngara que menciona Sulyok es una perversión de la democracia que Fidesz ha alterado repetidamente para consolidar su poder sobre todas las instituciones del país e instalar a partidarios leales al partido en posiciones de largo plazo que pueden vetar las decisiones de cualquier posible futuro gobierno en caso de que pierdan el poder en una elección. Sulyok es presidente de un país que lleva cuatro años gobernado por decreto. Es una dictadura. Sulyok sirve a Orban, no a Hungría.