¿Cómo afectan las empresas las fluctuaciones de Forint?
El florín húngaro ha alcanzado mínimos históricos en los últimos meses, y hay varias razones detrás de esto. Ha estado avanzando poco a poco hacia una espiral descendente, estableciendo cada vez más un nuevo umbral frente al euro todos los días. Los expertos sugieren que una serie de factores internacionales y nacionales son responsables de esto. Algunos de estos incluyen altas tasas de inflación, un dólar fortalecido y los inversores cada vez más reacios al riesgo. En esta nota, si está interesado en dichas monedas extranjeras y planea invertir en ellas, definitivamente debe investigar un poco sobre comercio de divisas.
¿Por qué está fluctuando Forint?
Según la mayoría de los analistas mundiales, la Caída del florín se debe principalmente a la naturaleza adversa al riesgo de los inversores en este mercado emergente. Esto también se ha visto impulsado por la indulgencia del gobierno de Orban con el aumento de los casos de coronavirus en el país y también por las consecuencias que los procedimientos del estado de derecho de la UE trajeron al área desde un punto de vista financiero. Los economistas también han hablado sobre cómo la juerga de gastos preelectoral, junto con la naturaleza expansiva de la política fiscal, ha sido un riesgo al alza para el aumento de la inflación.
Todos los factores juntos tuvieron un papel en la caída del Forint, y definitivamente no hay duda al respecto.
Fluctuaciones monetarias han sido comunes a lo largo de la historia y afectan la economía de muchas maneras. Pero el factor que ha jugado un papel más importante en este caso, es probablemente el fuerte cambio en la política cambiaria del país a lo largo de los últimos años.
Si mira hacia atrás, notará que la política cambiaria de Hungría ha sufrido un cambio de 180 grados. De hecho, los analistas incluso habían advertido al país que su moneda alcanzando un mínimo histórico no era una cuestión de "si" sino más bien de "cuándo", especialmente debido a una política de tipo de cambio vacilante.
Retrocedamos a la época en que surgió el primer gobierno de Orbán, que se extendió entre 1998 y 2002.
En ese momento, los responsables políticos estaban muy convencidos de que si trabajaban para fortalecer el Forint, ese sería el mejor enfoque para ellos. Pensaron que el efecto lo sentirían todos los húngaros también, ya que el valor de sus ingresos aumentaría, al igual que sus ahorros. En ese momento, la tasa de inflación era solo de alrededor del 10%. Los formuladores de políticas pensaron que la apreciación de la moneda sería una forma de mantener estable la tasa de inflación.
Sin embargo, más tarde, cuando surgieron los gobiernos socialistas, no se inclinaron por seguir esta filosofía.
Sin embargo, el Banco Nacional de Hungría (MNB) siguió con el plan anterior y tomó las medidas necesarias para que el Forint no cayera. En ese momento, los préstamos minoristas en divisas eran bastante populares en Hungría, y el MNB continuó efectuando reembolsos.
Este enfoque luego cambió en 2015 cuando llegó la tercera administración de Orban y vio la necesidad de tomar medidas para sobrevivir en un entorno de baja inflación. Los formuladores de políticas pensaron que ahora que el escenario mundial no tenía inflación, tal vez este debilitamiento de la moneda no era algo malo después de todo. Pensaron que si se depreciaba un poco, eso significaría un pequeño ingreso para Hungría. Además, dado que se resolvieron los préstamos en divisas para los hogares, los formuladores de políticas supusieron que si se debilitaba, no sería una amenaza para ellos.
Los formuladores de políticas también consideraron que si tenían una tasa de interés de Forint alta, entonces las empresas en Hungría tendrían una ventaja competitiva sobre aquellas empresas que tomaban préstamos a tasas de interés más bajas de los países vecinos. Por lo tanto, el BMN comenzó a trabajar para crear un entorno de tasas de interés bajas para estimular el crecimiento de la inversión empresarial.
La falla de esta política era que cuando algo iba a suceder en el mercado global, esta política no protegería a la moneda de la depreciación. Así, la depreciación en los meses siguientes fue inevitable.
Conclusión
Es poco probable que el Forint regrese a corto plazo. Si el dólar pierde su fuerza en los próximos meses, eso podría ser un rayo de luz al final del túnel, ya que ayudará a aumentar ligeramente su valor, pero eso por sí solo no será suficiente.
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