Leyendas sorprendentes de los dragones húngaros
Todo el mundo sabe de dragones. ¿Pero sabías que Hungría también cuenta con bastantes de ellos?
Es bien sabido que un dragón puede volar, escupir fuego y le gusta acumular tesoros. Ésa es la visión tradicional de estas bestias mitológicas. Sin embargo, los dragones húngaros tenían sus propias peculiaridades. Al llegar en torbellinos, no eran de los que ocultaban sus problemas de ira. ¿Tormentas eléctricas? Oh, sólo los sonidos de su furia, no es gran cosa. Eran agentes del caos y, una vez que los cristianos ganaron influencia, rápidamente fueron vistos como ayudantes de Satanás. Villanos durante siglos, estos dragones no eran material para un cuento antes de dormir. Por ello, era aconsejable mantenerse lo más alejado posible de ellos. Afortunadamente, las numerosas historias populares húngaras dieron algunas indicaciones sobre dónde les gustaba vivir a estos dragones. Profundicemos en las historias de estos monstruos que escupen fuego, ¿de acuerdo?
El dragón de Bakony, también conocido como la leyenda de Balaton.
Érase una vez un dragón de 24 cabezas que vivía en los densos y oscuros bosques de Bakony y aterrorizaba a los lugareños a diario. Tenía un apetito insaciable por jóvenes bellezas inocentes, y los aterrorizados lugareños, impotentes, permitieron que se comiera a sus hijas y esposas. Cuando el dragón puso su mirada en la novia de Balaton, el muchacho más fuerte de Bakony, no estaba de acuerdo. Estaba decidido a mantener a salvo a su amada, por lo que la pareja se escondió en el bosque para burlar a la bestia. El dragón resopló y resopló enojado mientras arañaba la tierra con sus garras afiladas, lo que resultó en un nuevo manantial que surgió desde abajo. En un día, milagrosamente creció hasta convertirse en un lago profundo. En una heroica batalla contra la amenaza, Balaton fue cortando cabeza tras cabeza. El último día, cuando Balatón logró cortar la última cabeza, fue herido de muerte y murió junto a su enemigo. En su honor, los lugareños le pusieron su nombre al lago profundo, y hasta el día de hoy se llama Lago Balaton.
El dragón del pantano de Ecsed, también conocido como la leyenda de la familia Báthori
El dragón de Mecsek, o la leyenda del Dragonwell
Hasta el día de hoy, todavía existe un misterio en torno al encantador Dragonwell de Mecsek. Cuenta la leyenda que cuando Mecsek apenas estaba habitado, un dragón amenazador disfrutaba atormentando a los lugareños. Afortunadamente, los días espantosos fueron interrumpidos, no por un caballero valiente, sino por sus propias ineptas habilidades de caza. Al tercer día de su infructuosa caza, el dragón perdió la mayor parte de su poder y se arrastró hasta su cueva, donde cayó en un sueño profundo. Mientras el dragón estaba en el olvido, se produjo una terrible tormenta que fue tan grande que movió montañas. Así fue como la entrada de la cueva del dragón quedó bloqueada por una enorme roca, atrapando a la bestia hambrienta en su interior. Ahora, cada vez que el dragón despierta, se baña en el estanque de roca de la cueva, desatando un torrente de agua dulce que se transforma en el famoso Dragonwell. Los científicos han intentado estudiar las fases de esta fuente de agua con poco éxito, escribe origo.hu. Sorprendentemente, los niveles de agua del Dragonwell parecen indiferentes al clima, lo que sugiere un comportamiento individual peculiar.
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