Comprar el aeropuerto de Budapest sería como comprar una montaña de deuda
¿Cuál sería el punto de recomprar el aeropuerto de la empresa Budapest Airport Kft. que lo está ejecutando actualmente? 24.hu recopiló las razones: sigue produciendo ganancias, las empresas relacionadas con NER (Sistema de Cooperación Nacional) pueden hacer construcciones en él y Viktor Orbán, el primer ministro húngaro, ha querido recuperarlo para el gobierno desde siempre.
Las noticias sobre el cambio de propietario se susurraron por primera vez hace algunas semanas. Inmediatamente lo confirmó Dánil Jellinek, un peso pesado inmobiliario húngaro que se enriquece cada vez más a la velocidad de la luz y que ha hecho negocios con István Tiborcz, el yerno de Viktor Orbán. La compra se trata como si ya estuviera decidida a pesar de que hace un par de días el propietario alemán de la mayor parte de la empresa que explota el aeropuerto había informado que no tenían intención de venderlo. Consideran el aeropuerto una inversión a largo plazo.
Jellinek, en su comunicado, dijo que el consorcio conformado por su empresa, Indotek Group, “está integrado únicamente por profesionales sin ningún tipo de vinculación política”.
Sin embargo, según sus fuentes, 24.hu dice que parece imposible que Jellinek quiera meterse en un asunto tan importante basándose en su decisión independiente, es más probable que sea el ejecutor de la voluntad del gobierno. También se sabe que la compañía petrolera húngara, Mol, y algunos otros intereses estadounidenses también forman el consorcio mencionado anteriormente.
Jellinek fue puesto en el mapa de los empresarios húngaros hace solo tres años, pero ya es uno de los diez más ricos del país.
Sin embargo, su fortuna de rápido crecimiento no parece ser suficiente para poner sus manos en el aeropuerto de Budapest. Incluso la capital de Lőrinc Mészáros, el húngaro más rico, no es considerada suficiente por G7 para la transacción.
En base a la noticia de la compra y calculando con la situación del coronavirus, Forbes estimó el valor del aeropuerto de Budapest en torno a 625-699 mil millones de florines (aproximadamente 1.73-1.94 mil millones de euros). Comprar el aeropuerto suena muy atractivo en base a las ganancias del año pasado de 331 millones de euros.
No hay noticias sobre la oferta exacta, pero anteriormente el gobierno marcó su precio en 3 mil millones de euros, que ahora tiene que ser significativamente más bajo debido a la situación actual del virus. Sin embargo, las empresas operadoras del aeropuerto tienen una idea diferente sobre el precio, lo estiman en unos 5-6 mil millones de euros. Una cosa es segura; un compromiso amistoso no está sobre la mesa ya que hace unos meses el gobierno hizo la vida más difícil a los inversores del Aeropuerto de Budapest al no dar su consentimiento al aeropuerto para pedir un préstamo al BERD (Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo). Los 50 millones de euros se habrían utilizado para estabilizar la situación del covid y pagar los salarios de los trabajadores.
Recuperar el aeropuerto desde la privatización de 2005 ha estado en la agenda del gobierno desde hace bastante tiempo. Originalmente, el Aeropuerto de Budapest adquirió el derecho de operación durante 75 años, pero la empresa ha cambiado de liderazgo cinco veces desde entonces. El Primer Ministro había enviado a varios de sus Ministros a la batalla por el tema, técnicamente todos a su alrededor tenían que negociar con el actual propietario, y los abogados estaban examinando los contratos firmados entre el gobierno y el Aeropuerto de Budapest. Aún así, hasta el momento, no han logrado encontrar la manera de terminarlo. Han concluido que “se calculó un precio desastroso”- dijo un participante de las negociaciones anteriores sobre por qué el negocio aún no se ha finalizado.
Uno de los dueños anteriores, que vendió el aeropuerto en la última década, también fue presionado por el gobierno. Se introdujo un nuevo impuesto territorial de millones de euros durante la quiebra de la única aerolínea húngara, Malév, que también provocó la pérdida de la mitad de los beneficios. Aun así, el inversor alemán decidió que no había trato. Aunque estaba en una posición favorable gracias a algunas garantías asumidas por el gobierno en el contrato de gestión de activos.
Esta vez, debido a la pandemia, la situación es aún peor que la crisis de Malév, se prevé una caída más significativa del tráfico: el año pasado viajaron por el aeropuerto 16.2 millones de personas, este año solo se espera la cuarta parte de esta cifra. Aún así, los propietarios extranjeros no quieren vender el Aeropuerto de Budapest, a pesar de la brutal cantidad de 1.35 millones de euros de pasivo total, de los cuales la parte más significativa es el préstamo tomado durante la privatización de 2005 para comprar el Aeropuerto de Budapest, además de algunos préstamos menores. gastado en proyectos de desarrollo e inversión. En caso de que el consorcio húngaro consiga hacerse con el aeropuerto, el ganador se lo quedaría todo, ya que se quedaría con una montaña de deudas de 500 millones de florines (1.38 millones de euros).
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Fuente: 24.hu, G7 y Forbes
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