Las inundaciones del Parajd provocan la muerte de peces y contaminación del agua en los ríos de Hungría

Un importante incidente ambiental cerca de Parajd ha liberado una ola de agua altamente salina en el arroyo Kis-Küküllő, amenazando los ecosistemas de Rumania y Hungría.
Las inundaciones en Parajd causan peligro
Un reciente incidente ambiental cerca de Parajd ha desencadenado una alerta ecológica transfronteriza, ya que cantidades significativas de agua salina han fluido desde el arroyo Kis-Küküllő hacia sistemas fluviales más grandes, amenazando la vida acuática. Divany Según informes, la situación se agravó después de que los contratistas que trabajaban en la zona de la mina de sal de Parajd desmantelaran las presas reductoras de caudal, instaladas inicialmente por recomendación de expertos, sin consultar previamente con las autoridades ambientales. Esto permitió la entrada de una gran cantidad de agua salada al sistema fluvial. El ministro rumano de Medio Ambiente, Mircea Fechet, confirmó que la concentración de sal representa un riesgo ambiental crítico para las próximas 24 a 48 horas.
El incidente se debe a las inundaciones de finales de mayo, cuando el arroyo Korond se desbordó e inundó la mina de sal de Parajd, operada por la empresa estatal rumana Salrom. La inundación afectó los niveles de turismo y terapia médica de la mina, incluyendo pozos más nuevos como el de Telegdy. Los esfuerzos para desviar el arroyo fracasaron cuando se retiraron las presas protectoras, lo que provocó una grave contaminación salina en Kis-Küküllő. magiar del sur Lo más destacado es que esto ya ha interrumpido los servicios de agua en algunas partes de Rumania, aunque los asentamientos húngaros que utilizan aguas subterráneas no se han visto afectados por ahora.
Amenaza a la biodiversidad
Las consecuencias ecológicas ya son evidentes. Como señaló el biólogo Tihamér Fülöp en redes sociales, el Kis-Küküllő está experimentando un colapso de su biodiversidad, con numerosos informes de mortalidad de peces. Las aguas salinas han desembocado en el Maros y están a punto de alcanzar el río Tisza durante el período crítico de floración de efímeras, un fenómeno natural en el que estos insectos son especialmente vulnerables. Las autoridades rumanas intentan diluir la sal utilizando agua del embalse, pero ni siquiera estas medidas han evitado una grave presión ambiental.
Daños ecológicos duraderos
Los expertos advierten que la ola de sal podría causar daños ecológicos duraderos. Como documentó el ecólogo Tibor Hartel, de la Universidad Babes-Bolyai, tanto especies comunes como protegidas están muriendo debido a la alta salinidad del agua. Ante la inminente llegada del agua contaminada a la frontera entre Rumanía y Hungría en Nagylak, las agencias ambientales húngaras, como ATIVIZIG, están en alerta, aunque aún no han emitido un comunicado oficial.
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